Aceros estructurales y sus clasificaciones
Con anterioridad hemos hablado de las bondades del acero estructural en la arquitectura como lo es su versatilidad y sustentabilidad, sin embargo, el decidir qué tipo de acero debemos utilizar para nuestra construcción puede involucrar considerar otros factores, mismos que te compartimos a continuación para que puedas tomar la mejor decisión.
Actualmente el acero puede presentarse en forma de perfiles laminados, miembros armados o secciones compuestas acero-concreto en la construcción de edificios urbanos y dentro de los aceros estructurales, clasificados por factores como la resistencia y aleación, habrá algunos que ganen popularidad como lo son las planchas, perfiles y barras de acero al carbono NMX-B-281-1987 (ASTM A283) para estructuras con baja e intermedia resistencia a la tensión o el acero estructural NMX-B-284-1987 (ASTM A441) de alta resistencia y baja aleación al manganeso-vanadio.
El acero también puede clasificarse por su composición química, por ejemplo, por su contenido, bajo, medio y alto de carbono; en los aceros estructurales lo más común es que sean de bajo carbono del orden del 0.5%. De acuerdo a su composición se clasifican en aceros al carbón, alta resistencia y baja aleación, resistentes a la corrosión, templados y revenidos, dentro de los cuales varían los porcentajes de los elementos químicos: carbono, manganeso, fósforo, azufre, cobre, níquel, cromo, molibdeno, vanadio, cobalto o niobio.
Ten en cuenta que el carbono es el elemento que le brinda dureza al acero por lo que, si tu prioridad es la alta resistencia, debes dar prioridad al contenido de carbono que puede estar entre el 0.25% y el 0.60%, de acuerdo al porcentaje, afecta su soldabilidad y ductilidad.